Simón;
Hemos pasado tres años de nuestras vidas de los mas maravillosos, de mucho aprendizaje. Intensos, llenos de amor, risas y abrazos. También corridas, sustos e incertidumbres que, creo, hemos podido sobrellevar juntitos y unidos los tres.
Para mamá y papá no hay nada, pero nada más importante que tu bienestar, tu felicidad y tu desarrollo físico, psíquico, intelectual y espiritual.
Simón, vos y tu energia nos ha cambiado la vida, en cualquier sentido o en todos, nos ha hecho replantear muchas cosas, nos ha fortalecido como la familia nuclear que somos. Vos nos regalaste el mejor rotulo, el de ser padres.
Ahora momento de revivirlo o reeditarlo con un hermanito/a. Desde ya que seguiremos aprendiendo, enseñando, riendo y jugando. Cuando no cantando, bailando y disfrazandonos.
No tengo dudas que serás un excelente hermano mayor, atento y solidario con la paciencia necesaria, con tu temple de acero y donde confio -aunque sin presiones- que predicaras con el ejemplo. Vendrán también momentos de celos y disputa por la atención pero pasará como todo en la vida.
Lindas charlas ya tendremos de padre a hijo, de un hermano mayor a otro. Desde esa óptica, espero ansioso por tus comportamientos para seguir mejorando yo con mis queridos hermanos.
En fin, tengo la necesidad de decirte estas cosas, también que no serás jamás el preferido, si el primero. No serán iguales, tal vez ni parecidos, pero como te apoyamos y respetamos en todas tus decisiones -y asi seguira siendo por siempre- lo haremos tambien con el porotito/a que ya viene creciendo en el vientre de mamá.
Nos esperan momentos de mucha felicidad, con la diferencia que ahora, los que esperamos llenos de sueños, somos tres.
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