24 feb 2017

San Marcos Sierras, Cordoba

Apreciamos el sonido del silencio, aturdidos por el sonido de las cascadas y ensordecidos por las melodías que bajaban de los algarrobos.
El encuentro con uno y los suyos y todos a su vez con el entorno forman un paraíso difícil de describir. Depende sólo de que tan rápido uno pueda olvidar todo lo conocido, el caos de la ciudad y la vida a las corridas para apreciar de lleno el verde y agreste monte serrano.
Persistente, transparente y dulce, Quilpo con la fuerza de un río joven baja escurridizo y rápido las sierras. Y como tal no sé si llegará lejos, sí que todas las tierras que este irrigue serán lugares donde la energía del universo este en el aire como el wifi en las junglas de cemento.
Verdadero banco energético, de energía vital, de esa necesaria para destrabar cosas que nos aquejan, que nos estancan. Quien pueda eso apreciar entenderá la maravillosidad única de San Marcos Sierras.
La vida alternativa, los horarios y el ritmo al que la gente vive. Las energías alternativas y el turismo ecológico como estandarte. La alimentación naturista y equilibrada, es que lejos de las multinacionales la vida en armonía pareciera más fácil. Se come para vivir y no al revés. En general todo es así, se utiliza sólo lo que se necesita y no más.
El arte en cualquier expresión, se desprende de los colores de las fachadas de los pocos locales comerciales. La música, la pintura, el circo y la literatura (y sino que les cuente Simón que no para de pedir que le lean los cuentos "Anaray y las semillas" y "Las vueltas de los vientos" de autores autogestionados locales.
Los yuyos medicinales, sahumerios, esencias y las mejores cremas orgánicas además de ser la Capital Nacional de la miel que junto a trabajadas artesanías colman la pintoresca feria de la plaza.
El trato al prójimo y el amor a las pequeñas sucesiones de hechos cotidianos que dan sentido a la vida es un común denominador. Donde voluntariamente se necesita menos y tener no significa nada, propio de un estilo de vida con el que no pudo ni el propio Virrey Sobremonte cuando devolvió pacíficamente estas tierras a la familia Tulian.
Por sus calles gente que no se mete con nadie salvo que alguien necesite ayuda. Fieles a sus ideas y sus gustos, dedicados a su arte y filosofía de vida que desde ya no está bajo objeto sino simplemente decir que la tranquilidad lleva el atuendo y el sonido de este hermoso pueblo escondido entre las sierras cordobesas.

FOTOS SAN MARCOS



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