27 mar 2017

Perú 2017

Parece el tiempo anclarse en el pasado justo acá, en Cusco, Peru donde todo indica que el sol calentó estas montañas hasta dotarlas de una energía única y especial.
El mercado San Pedro, en una mezcla inmejorable de aromas y colores que lo convierte en un paseo obligado. Es un encuentro con los gustos y las costumbres del cusqueño.
Alli todo gira en torno al turismo, vendedores ambulantes se avalanchan incansablemente sobre los visitantes, agentes de turismo y taxistas se suman a la lista.
Las cholas con sus coloridas vestimentas, algunas con sus criaturitas colgadas en su espalda visten las coloniales calles de esta capital cultural de América y patrimonio de la humanidad.
La cultura Andina es defendida por los nativos y aun quedan vestigios bajo la piel de la injusticia que los invasores, con Pizarro a la cabeza hicieron pasar a las comunidades andinas. Atentaron contra sus costumbres, sus dioses y la religión pragmática que poseian para imponerles un Dios distinto al venerado Wiracocha, creador de todo. Trajeron enfermedades desconocida por esta parte del mundo, se apropiaron de sus tierras y los convirtieron en sus esclavos. Un buen dia y buena hora se llevo a cabo la reforma agraria que destruyó los latifundios y dictaminó que la tierra eran de quienes las trabajan.
Perú, en general y tras un superfluo recorrido por su historia parece haber padecido la falta de líderes políticos que enaltezcan la historia de grandeza, que los quechuas posteriormente llamados incas, han tenido siempre.
Centralismo limeño, corrupción y una gran permeabilidad a intereses extranjeros ha abierto paso a espurios intereses que no son los del pueblo, que es el que siempre espera que el vaso finalmente revalse.

Machu picchu, las inmensas montañas no dejan salir a las nubes
La energía que detenta el lugar es conocido a lo largo y ancho de todo el mundo. Quizás sea la energía que los visitantes del mundo a modo de ofrenda le dejan al pasar, o tal vez sea la energía que los inkas han invertido al construir semejante ciudad en un lugar tan inaccesible. El inka es como los colibris, que abundan en la zona, persistentes y jamas dejan de mover sus alas.
Como sea se percibe, se siente y nos lo llevamos.
El nivel de desarrollo empleado para la época en que fue construida los coloca a la vanguardia claramente, los sistemas de cultivo escalonado, rotación del mismo, las acequias para riego y consumo y por otro el de aguas hervidas.
Ofrendas a Wiracocha, numerosos rituales en agradecimiento a la tierra, el sol, la Luna y el agua. Una ciudad pensada para la crianza de los guardianes del Imperio inka.
Aún hoy se desconocen las razones del porque de su desaparición pero sin duda -el comentario corre por mi cuenta- debe estar vinculado con los españoles, que como ya se dijo vinieron a robarles ni más ni menos que su armonía, entre ellos y también con la naturaleza.
Acá se siente que el tiempo no pasa, Cusco con su estandarte Machu Picchu a la cabeza, es la ciudad donde el tiempo parece no afectarle.

En Lima las sensaciones fueron otras, hospedados en la zona turística de la capital, esto es Barranco y Miraflores, asombrados por la infraestructura para hacer frente a un mar que se lo conoce enojado, otro tanto por desarrollo urbanístico. Como sea se ve y se nota que la plata que no llegó al interior esta sobre las pintorescas calles de la capital.
De nuestra estadía en Lima prefiero quedarme con el calor humano de una amiga, que resultó ser muy buena anfitriona. Que nos presentó amigos y familias, con los que hemos hecho un hermoso intercambio cultural con ricas charlas y agasajos varios.
En este viaje aprendímos a mirar -y ver- hacia adentro, hacia adentro de nuestra Suramerica, hacia adentro de nuestros países, hacia  nuestro interior sin nada que envidiar a otros rincones del planeta. Aprendí a mirar y ver al hacerlo. Se siente como un recomenzar, como iniciar un nuevo camino, como una lluvia de bendiciones de cara a lo que vendrá.

Fotos Perú


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